Visiones críticas frente a programas educacionales: confírmase grado de confusión
Noviembre 10, 2013

¿Calidad para la educación?

 

por Beatrice Avalos, Premio nacional de Educación 2013

LAS PROPUESTAS sobre educación y calidad en los programas presidenciales, casi ausentes en los debates públicos, van de “mínimas” hasta “algo detalladas”. Si bien destaca la intención de mejorar las oportunidades y contenidos de la educación inicial y la educación técnica, no sucede lo mismo respecto de la concreción, novedad y potencial eficacia de lo propuesto para el sistema regular.

 

El fuerte desafío para superar el carácter reduccionista del Sistema de Mejoramiento de la Calidad (Simce), y el efecto clasificador y estigmatizador de los establecimientos educacionales producido por la publicidad de sus resultados, sólo es recogido por los programas de Miranda y Enríquez-Ominami. Miranda propone derechamente eliminar el sistema, pero Enríquez-Ominami plantea un nuevo esquema de evaluación nacional. Bachelet recoge el guante, pero sólo mediante “superar la definición”. Los demás candidatos permanecen silenciosos sobre el tema.

 

Respecto de la formación inicial docente, Matthei y Bachelet concuerdan en mejorarla desde los extremos: atraer mejores candidatos (política existente) y declarar obligatoria y habilitante una prueba escrita de egreso. Sin embargo, al hacerlo, deslizan la noción equivocada de que el saber teórico basta para enseñar. Bachelet propone, además, mejorar la formación inicial mediante “convenios de gestión”. ¿Se parecerán a los actuales “convenios de desempeño”, que premian a las instituciones adeptas en traducir procesos y resultados a indicadores cuantitativos preestablecidos? Faltaron propuestas para mejorar los programas que no ganan los convenios de desempeño, pero que proveen de profesores a las escuelas en regiones remotas del país.

 

La formación continua docente se trata con los conceptos tradicionales y criticados de más cursos y “capacitación para” (Bachelet y Matthei). Enríquez-Ominami, en cambio, avanza al sugerir la creación de “comunidades de aprendizaje” con potencial de estimular el trabajo colaborativo entre docentes, sobre el que hay evidencia que mejora el desempeño docente y el aprendizaje de los alumnos.

 

Todos los programas reconocen que una condición sine qua non para incidir en la calidad de la educación son las condiciones laborales de los docentes. Se propone mejorar sus sueldos y establecer una carrera docente, pero sólo el programa de Matthei aventura una cifra para quien comienza a enseñar. Se formula, asimismo, mejorar la relación profesor-alumno, pero sólo el programa de Enríquez-Ominami indica avanzar hacia 25 alumnos por curso. Finalmente, la mayoría aumentaría la carga no lectiva de profesores para darles tiempo de preparar clases y corregir trabajos de sus alumnos/as, pero sin indicar la proporción en que esto se haría.

 

En síntesis, hay atisbos de mejoras que afectarían la calidad de la educación subvencionada en lo que respecta a condiciones de trabajo de los profesores, posibilidades de formación continua para atender mejor a poblaciones escolares de distintas capacidades y necesidades; pero hay otras preocupantes, como sugerir habilitación docente sin prueba de capacidad en el aula o, salvo un candidato, la ausencia de una respuesta concreta a los problemas que produce el Simce.

————————————————————

Sebastián Aylwin, candidato a la FECH: “Uno no está esclavizado por su apellido, ni las ideas se transmiten por la sangre”

El sobrino nieto de Patricio Aylwin representa a la Izquierda Autónoma en las elecciones a la FECH, y dispara un crítico diagnóstico sobre los gobiernos de la Concertación. Además, promete una federación en alerta frente a un probable triunfo de Michelle Bachelet en las presidenciales.

Egresado de la Facultad de Derecho, Sebastián Aylwin, 25 años, encabeza la apuesta de Izquierda Autónoma por liderar por tercer año consecutivo la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, FECH, una de las organizaciones sociales relevantes cuando se trata de movilizar la calle.

Sobre la competencia que enfrenta en la elección de este lunes 11 y martes 12 en la U,  asegura que su sector es el equilibrio entre la lista Avancemos, de la Nueva Mayoría; y la lista Luchar, coordinadora que agrupa a la Unión Nacional de Estudiantes y al Frente de Estudiantes Libertarios. Su postulación la ubica entre quienes pueden ser controlados por la Concertación y los que solo buscan llenar la Alameda.

Sobrino nieto de Patricio Aylwin, se desmarca críticamente de su familia demócrata cristiana y asegura que votará nulo en las elecciones presidenciales. Además, plantea que el movimiento estudiantil debe asegurar su autonomía respecto del próximo gobierno, el que da por sentado que será encabezado por Michelle Bachelet. Si es necesario, dice, el movimiento deberá abandonar el diálogo con la próxima administración y volver a las calles.

Sobre lo que algunos han interpretado como signos de desgaste del movimiento estudiantil, disputa reñida del NAU en la Universidad Católica y triunfo de una lista sátira en la Facultad de Derecho de la Chile, comenta que es necesario que las organizaciones del movimiento realicen una auto crítica por cómo operan en la práctica.

– Tu eres egresado de la Facultad de Derecho. ¿Qué pasó que el Centro de Estudiantes lo ganó una lista de sátira que critica a los colectivos a los cuales formas parte?

Ahí hay que ser muy auto críticos todos los que hemos construido organizaciones  políticas al interior de la Facultad. Es un caso que nos afecta a todos, y a nosotros especialmente. El debate, las discusiones y las peleas políticas al interior de las facultades se le presentan a la mayoría de los estudiantes como algo muy ajeno, que no tiene ningún vínculo con su realidad efectiva. Y eso es algo que hay que atender, porque significa que los colectivos políticos no le están haciendo sentido a los estudiantes comunes y corrientes que no le dedican todo el tiempo a la política.

– ¿No es una crítica a prácticas que se parecen un poco a la política que ustedes critican. La pelea por los cargos y el lucimiento personal en desmedro del proyecto colectivo?

Hay que tener mucho cuidado de no caer en prácticas que son las mismas que nosotros denunciamos de la política nacional. Es por eso que nuestra lista está conformada por tres colectivos más personas independientes, pero con niveles de unidad muy grandes, con un único candidato, que en este momento soy yo. Esto no se puede decir de todas las listas, que a veces tienen dos candidatos y en una facultad dicen algo y en otra, otro.

– En redes sociales se les critica a los dirigentes estudiantiles que utilizan el movimiento para construir sus carreras políticas.

Eso es muy difícil, nosotros no pertenecemos a ningún partido político.  Nadie nos financia las campañas, las financiamos nosotros mismos. Más bien lo que queremos seguir haciendo es proyectar las disputas que hemos dado al interior del movimiento estudiantil, con otros actores sociales y en otros campos. Como puede ser una elección parlamentaria.

Hay que distinguir que cosas de la vieja política no nos gustan, y que otras cosas se pueden rescatar. Por ejemplo, la democracia. Creemos que las elecciones democráticas son buenas. Pero, es muy cuestionable que exista el binominal, y lo más probable es que el binominal nos deje fuera del Congreso. A Gabriel (Boric) le puede ir muy bien en Magallanes, pero es probable que el binominal lo deje fuera. Eso es parte de nuestra denuncia, porque creemos en la democracia, pero no en la democracia que existe en Chile.

– En entrevista con El Dínamo, la candidata de Luchar, Melissa Sepúlveda, hizo una crítica a tu grupo. Dijo que en los últimos 2 años han tenido la Federación pero que han privilegiado el posicionamiento mediático por sobre el trabajo cotidiano al interior de la universidad…

Hay una cosa que nos ha afectado a todos. Y es que la Federación pasó a ser un referente nacional. Y a eso hay que ponerle el hombro y haciendo una organización que de cuenta de una federación que creció mucho en su importancia. Eso ha significado dejar ciertos conflictos locales y vida cotidiana de las facultades, de lado. Eso ha afectado a todas las organizaciones y nosotros nos hacemos la auto crítica correspondiente, al menos este año, donde eso ocurrió con más evidencia. Es por eso que en estas elecciones confeccionamos una lista compuesta exclusivamente por dirigentes locales. Los 5 que vamos a la Federación por la lista H, han sido parte de procesos de transformación de sus localidades, y esa es la manera en que queremos simbolizar nuestro compromiso con las luchas locales.

– ¿Cómo está la carrera interna? Se ha dicho que la competencia más fuerte está entre ustedes y Luchar…

Sobre Luchar, mira, yo estoy muy a favor que existan alianzas políticas al interior de la universidad porque demuestra capacidad de converger, pero lo importante es construir consensos al interior de esas alianzas. Nosotros vemos que Luchar, la lista C, no ha sido capaz de construir consensos sobre cuestiones importantes. ¿Quién quiere la Coordinadora Luchar que sea el futuro presidente de la Federación, Benjamin Idini o Melissa Sepúlveda?, no es banal que un conglomerado no sea capaz de ponerse de acuerdo en quien quiere que sea el presidente.

– ¿Qué te distingue de los otros candidatos en competencia?

La próxima federación debe enfrentar dos hitos importantes. Uno es que va a existir un cambio de gobierno y es evidente que va a ganar Bachelet. Ahí va a haber una discusión en educación el próximo año y la Federación desde el primer día debe interpelar a la futura presidenta y decirle que no va a existir ninguna reforma legítima a la educación que no sea elaborada por el movimiento estudiantil.

– ¿Por o con?

Por el movimiento estudiantil. Pueden haber varias fórmulas, no es bueno adelantarse. Si hay que dialogar, para que el movimiento avance, habrá que dialogar. Pero también hay que tener la autonomía suficiente para que si no existen las condiciones para avanzar o nos quieren pasar gato por liebre, cerrar ese diálogo y movilizarse. Eso es muy significativo respecto de Avancemos, que en realidad a muchos de nosotros nos genera desconfianza que los pauteen desde La Moneda.

Y respecto de Luchar, ellos han hecho una apuesta importante por ir haciendo de la Federación un lugar de articulación con otros actores sociales, pero nosotros creemos que esa es una apuesta a largo plazo. También creemos que es necesario trabajar con los sindicatos y levantar la demanda de re nacionalización del cobre, pero son demandas de largo plazo donde se requiere primero avanzar en el tema de educación, porque ese ha sido el referente que ha permitido decir “por lo que luchamos es por nuestro derecho”.

– Sebastián, tu apellido es significativo en la historia de este país. ¿Cuál es tu relación con el ex presidente Patricio Aylwin?

Es una relación lejana, soy sobrino nieto. Mi abuelo es su hermano, pero la verdad es que no lo conozco mayormente. Para mi historia es mucho más significativa la historia de mi abuelo, Andrés Aylwin, que para 1973 sacó una declaración condenando el golpe, es decir, fue parte de la disidencia DC en su momento. Era parte del grupo de los 13. Muchos podrían pensar que por mi apellido lo natural sería que yo fuera concertacionista, pero el sentido común de haber vivido el Transantiago y sufrido una educación de mercado, me hacen ser parte de la vereda del frente.

– ¿Sufriste una educación de mercado o tuviste los recursos para financiarla?

Mi familia es de profesionales, no somos empresarios. Son profesionales acomodados. Pero también uno es parte de la educación segregada. Donde a ti no te muestran por completo la realidad de Chile. Obviamente que yo soy uno de los privilegiados de esta educación de mercado, pero aún así nosotros creemos que cuando existe una educación segregada, eso afecta mayoritariamente a la gente que es más pobre, pero también termina afectando a otra gente que no conoce la realidad de Chile y termina viviendo en una realidad alienada. Eso es parte de la realidad que me tocó vivir y es contra lo que yo me rebelo.

– ¿Cuál es tu diagnóstico del gobierno de tu tío abuelo?

Fue un gobierno donde se cerró por completo la participación del campo social que estaba con muchas expectativas. Recién había ocurrido el plebiscito del 88 que había votado la dictadura, estaba el eslogan de “la alegría ya viene”, y de repente se cierran las puertas de participación. Y, por otro lado, se cierran las puertas a la construcción de un modelo distinto. Edgardo Boeninger, que era brazo derecho de Patricio Aylwin, dijo que había que realizar la operación legitimadora del modelo instaurado en dictadura, ahora en democracia. Y eso fue una traición de las movilizaciones que se hicieron para derrocar a la dictadura. En el fondo la Concertación ganó con el NO, pero terminó gobernando con las ideas del SI.

– Es muy odioso el factor familiar, pero ¿crees tú que te puede pesar al momento de la elección?

Yo creo que los estudiantes de la Universidad de Chile entienden que uno no está esclavizado por su apellido, ni que las ideas se transmitan por la sangre. Si fuera así todos tendríamos que ir a votar por Maya Fernández Allende, que es nieta de Allende, sin embargo yo no lo haré porque ella es parte del Partido Socialista. Los estudiantes actúan comúnmente como que los apellidos no definen lo que eres, y no veo porque debieran actuar de manera diferente conmigo.

“Hay un cierto desgaste natural del movimiento”

– En la Universidad Católica, el NAU ganó por poco. ¿Cómo se explica que los gremialistas estuvieran a punto de vencer?

Hay un cierto desgaste natural propio de 5 años de federación que se expresan en esa votación. Creo también que faltó disposición de los sectores de izquierda al interior de la UC, en particular de la lista Crecer, que son los mismos que integran la lista Luchar en la Universidad de Chile, y ellos no llamaron a votar por el NAU, siendo que el NAU se enfrentaba a la UDI. Creo que el movimiento estudiantil tiene que ser un poco más maduro y entender que más allá de las diferencias hay unidad en las demandas y el NAU siempre ha estado a favor de ellas. Por eso nosotros apoyamos al NAU, y estamos muy contentos con que hayan ganado.

– Han sido bien críticos de Bachelet. Ella, al igual que el NAU  dice estar por una educación gratuita. Según tu argumento, extrapolado a la presidencial, ustedes debieran apoyar a Bachelet en una segunda vuelta para que no ganara Matthei, ¿o no?

– Es el argumento del mal menor, pero hay dos diferencias muy importantes. La primera es que no es lo mismo una elección presidencial que una de federación universitaria, donde nos une un proyecto común. Pero, por sobre todo, con Bachelet nosotros tenemos una diferencia de modelo político, económico y social. Ella y su sector han defendido y construido el neoliberalismo en Chile. Ha defendido y construido la educación de mercado. Y, si uno ve detalladamente sus propuestas, no hay un indicio de que vaya a cambiar de dirección. El programa de la Nueva Mayoría dice “fin al lucro con recursos públicos”, o sea que se va a poder seguir lucrando en los Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales que no reciben fondos públicos. En el fondo, con el NAU si tenemos una coincidencia porque ellos adhieren al petitorio completo del CONFECH, y eso nos da garantías que lo que ellos están haciendo en la Católica tiene convergencia con el movimiento estudiantil, como no lo tiene históricamente Michelle Bachelet, y por eso estamos en contra de ella y no vamos a votar por ella.

– ¿Vas a votar por algún candidato presidencial?

Nosotros creemos que esta vuelta está prácticamente corrida, va a salir Michelle Bachelet. Y no es nuestra apuesta tener un candidato presidencial, yo particularmente voy a votar nulo. Sin embargo, saludo que haya referentes de izquierda que le hablen a la ciudadanía, como son Marcel Claude o Roxana Miranda, aunque hay que ser críticos de que no fuimos capaces de levantar una apuesta única de la izquierda. Ojala en el futuro no pase y podamos estar juntos tras una misma candidatura.

– Nicolás Grau, que es referente de tu sector político, dijo que iba a votar por Marco Enríquez Ominami.

Mira, él fue presidente de la FECH y es muy legítimo lo que piensa. Habría que preguntarle a él por qué va a votar por ME – O. Pero, nosotros no creemos en esa apuesta, a ratos muy marginal, de intentar disputar al interior de la Concertación. Desde la política, pero sin anclaje social. ME – O no tiene lazos construidos con los movimientos sociales. Nosotros esperamos de una candidatura es que tenga lazos y base de apoyo en sectores sociales movilizados.

– ¿Cómo se da la relación de los ex dirigentes del movimiento estudiantil con Bachelet? Varios de ellos, que son candidatos al Congreso, están en el limbo entre el apoyo y la crítica.

Las decisiones de llevar o no candidatos al Congreso las toman las organizaciones y no el movimiento estudiantil, el movimiento estudiantil no tiene candidatos. Pero se reconoce que ellos fueron dirigentes estudiantiles muy importantes. La propuesta de mi colectivo, Izquierda Autónoma, es que no existen atajos para construir alternativas políticas en Chile, y por eso no tenemos ningún tipo de diálogo ni apoyo con la Concertación. Hay que distinguir el caso de Camila Vallejo con el de Giorgio Jackson. Camila Vallejo es militante del Partido Comunista, un partido que ha ingresado a la Nueva Mayoría y que está dispuesto a integrar un eventual gobierno. Giorgio Jackson es distinto. Él recibe un apoyo unilateral de la Nueva Mayoría, y él ha dicho que no apoyará a Michelle Bachelet, al menos en primera vuelta. Aunque creemos que él corre un riesgo, porque los favores se pagan. Y ahí él está arriesgando su independencia y el capital que la ciudadanía valora.

– Yendo al tema de la elección en la FECH, las Juventudes Comunistas siguen debilitados como el año pasado, o ¿ahora, en alianza con los socialistas, pueden disputar la federación?

Creo que a la Jota le perjudica mucho su apuesta de ingreso a la Nueva Mayoría. A pesar de la confianza grande que siente el pueblo de Chile por la figura de Michelle Bachelet. Eso no ocurre entre los estudiantes, los estudiantes la conocemos de su gobierno anterior. El 2006 ella lo cerró el 2008 con un gran acuerdo político entre los partidos de la derecha y la Concertación, y creemos que ella quiere cerrar el 2011 con un acuerdo similar. Ante eso, las Juventudes Comunistas han dicho que van a estar con un pie en el Gobierno y con el otro en la movilización, pero nosotros creemos que eso es incompatible cuando la movilización es contra tu gobierno. Ahí tu tienes que optar, y nosotros creemos que hoy el Partido Comunista ha optado por ingresar a un gobierno con el cual nosotros no compartimos ideas. Por ejemplo, ¿qué va a pasar si en un momento desde La Moneda le pegan un telefonazo a la FECH para que hagan o digan algo?

————————————————————-

9 de noviembre de 2013

 

La “letra chica” en educación

 

avatar

Director Programa Protección e Inclusión Social. Chile 21

 

Ignacio Walker, presidente de la DC, en carta a un medio a propósito de la gratuidad universal de la educación superior en el programa de gobierno de Michelle Bachelet, comentando dichos de Jaime Quintana, presidente del PPD, sobre programa de gobierno y gratuidad universal de la educación superior.

 

El timonel de la DC señala que, en 2011, los presidentes de partidos de la Concertación suscribieron un compromiso, en que “proponemos establecer un sistema que garantice gratuidad, a través de becas, al 60% de los sectores de menores ingresos que estudien en carreras universitarias, profesionales o técnicas, las que deberán ser debidamente acreditadas”. Esto, por cierto, descarta la gratuidad que se ha entendido del programa de Bachelet.

 

Walker reconoce que luego se definió un alcance mayor: “Debe existir un solo sistema de becas y créditos para los estudiantes de educación superior” –entiéndase, para educación superior universitaria y técnica (CFT e IP), sin discriminación alguna– y proponer la sustitución del CAE (Crédito con Aval del Estado) “hasta alcanzar los estándares del actual crédito solidario y ser accesible desde el inicio a todos los estudiantes de educación superior”.

 



  En educación la candidata debe precisar su oferta, porque es claro que sus partidarios no coinciden y que puede operar la ya conocida “vetocracia”.

 

“Aspiramos –dice el presidente de la DC– a garantizar gratuidad para los estudiantes hasta el séptimo decil de menores ingresos” (en una primera etapa para las universidades del CRUCh y luego para el conjunto de la educación superior, concurriendo ciertos requisitos).

 

Como se ve, el senador Walker ha hecho explícita la tristemente famosa “letra chica” que ha caracterizado la gestión gubernamental de los últimos decenios. Lo concreto es que  no se sabe quién tendrá finalmente gratuidad. Recuérdese que las estadísticas actuales muestran que hay cerca de 1.200.000 alumnos en los niveles que se están examinando, es decir, en uno de cada tres hogares chilenos sufren o soportan pagos enormes para sostener a alguno de los familiares en una educación superior o técnica  que, supuestamente, podría permitirle en el futuro asegurar mejores ingresos que sus padres.

 

Las preguntas que debe conocer la opinión pública, especialmente para ser respondidas por la candidatura de Bachelet, son las siguientes: ¿se trata de gratuidad para todos los estudiantes universitarios o sólo para los estudiantes de las universidades públicas? ¿Se trata del 60% (o del 70%) de menores ingresos o del 60% de los estudiantes? Esto es sumamente importante porque más del 50% de los estudiantes de educación superior pertenecen a los tres deciles más ricos.

 

El presidente Walker descarta que la gratuidad de la educación sea una propuesta acordada y lo posterga para adelante: “Es cierto que el programa de Michelle Bachelet plantea la posibilidad de avanzar hacia una gratuidad universal y efectiva en la educación superior, en un proceso que tomará seis años; sin embargo, ese compromiso será parte de la discusión parlamentaria en la medida que va más allá de los cuatro años del próximo gobierno”. Es decir, en educación la candidata debe precisar su oferta, porque es claro que sus partidarios no coinciden y que puede operar la ya conocida “vetocracia”.

—————————————————————————-

10 de noviembre de 2013

 

Educación Superior: un derecho rentable

 

 

En general, la argumentación en contra de la educación superior gratuita para todos se sustenta en dos ideas: primero, que no es moralmente aceptable que el Estado financie la universidad a los hijos de las familias con mayor ingreso del país y, segundo, que ante la escasez de recursos, es más rentable invertir fondos en la educación preescolar en desmedro de la universitaria.

 

 

Un tercer argumento, poco desarrollado y no menos importante, se funda en la injusticia en la cual el Estado podría incurrir al financiar la educación superior de aquellos estudiantes que lograron ingresar al sistema universitario y que en el futuro pertenecerán (si es que no son parte ya) al estrato socioeconómico más rico del país.

 

En Chile la cobertura de la educación terciaria alcanza el 45% de las personas entre 18 y 24 años –27,2% para los estudiantes del decil más pobre y un 90,9% para el decil más rico–, situación muy similar a países de la OCDE, como Alemania (46%), Japón (52%) y España (53%). En otras palabras, apenas uno de cada dos egresados de la educación media logra ingresar a una institución de educación superior. Esto traerá consigo una enorme diferencia entre los ingresos futuros de los estudiantes que tuvieron acceso al sistema universitario y los que se quedaron en el camino.

 

En ese sentido, vale la pena analizar las diferencias de salario que hoy existen entre titulados y no titulados en sus distintas etapas etarias: con 25 años, los estudiantes que ingresaron a la universidad o a un instituto profesional ganan $615.189 y $324.918, respectivamente, mientras que los ingresos de quienes no lo hicieron alcanzan los  $218.000.

 

Del mismo modo, las personas que hoy día tienen 40 años y que cuentan con estudios universitarios o técnicos ganan $918.614 y $470.420, respectivamente, mientras que las personas sin acceso a la educación terciaria reportan un salario de $245.239 con la misma edad.

 

Más aún, el título profesional repercute radicalmente en las oportunidades de empleo: mientras para los universitarios y técnicos la tasa de desempleo alcanza un 4.0% y un 5.2%, respectivamente, para los no titulados es de un 7.6%.

 

Si bien es cierto que en algunas carreras los ingresos futuros no cubren el alto costo de sus aranceles, no es ni justo ni óptimo que el Estado provea educación gratuita para aquellos estudiantes que sí tuvieron acceso a carreras que ofrecen mayores oportunidades laborales.

 

La solución a dicho problema debería apuntar hacia dos frentes. En primer lugar, se debería fortalecer el sistema de préstamos blandos con pago contingente al ingreso y con fecha de “expiración”, de modo tal que permita pagar lo justo en función del  ingreso futuro y no en el presente. En segundo lugar, y con carácter de urgencia, el Estado debería proveer mayor información a la población, o en su defecto cerrar aquellas universidades o institutos que no den garantías de entregar una educación de calidad, mediante un aumento en los estándares de acreditación y de eficiencia en la fiscalización.

 

A fin de cuentas, que el Estado provea educación superior gratuita para todos no sólo sería injusto para la mitad de la población chilena, sino, además, podría convertirse en la primera política pública que apunte directamente a aumentar la desigualdad en la distribución de ingresos futuros en nuestro país.

———————————————————–

La luz amarilla del movimiento estudiantil

 

 

Si quienes van a liderar al movimiento el próximo año no están atentos a las señales de desgaste y no se actúa con unidad para revertir esta tendencia aún incipiente, corremos el riesgo de asistir a la derrota del movimiento ya no a manos de quienes se oponen a sus demandas sino mediante aquellos que no se las han tomado con la seriedad que éstas exigen.

Dos acontecimientos han marcado el acontecer del movimiento estudiantil durante los últimos días. El primero sucedió en la Universidad Católica, donde han renovado el mandato del movimiento Nueva Acción Universitaria (NAU) a cargo de la FEUC por un sexto periodo consecutivo. Esto es, sin dudas, una excelente noticia: la participación de la UC ha sido una pieza clave en la transversalidad, cohesión e influencia pública de las demandas estudiantiles durante los últimos años. De cara a un 2014 que se presenta como una oportunidad de cambios importantes dentro y fuera de la PUC, es imprescindible la presencia de una Federación fuerte y vigilante para que éstos se concreten en la dirección adecuada.

 

Más allá de esta buena señal, la elección tuvo particularidades que encienden algunas luces de alerta que los dirigentes estudiantiles de todo el país debiesen mirar con atención. En primer lugar el descenso de la votación del NAU en primera vuelta. Algunos interpretan que esto se debió fundamentalmente al buen trabajo realizado por la plataforma CRECER (que aglutina a los sectores más radicales de la izquierda en la PUC) que ha logrado un aumento sostenido de su votación en esta ocasión al 19,7% de los votos.

 

De acuerdo a esta explicación, existiría una demanda por mayor radicalidad de parte de la FEUC, castigando las posiciones “moderadas” que caracterizarían las administraciones del NAU desde 2009 a la fecha. Esta pasa por alto que la caída de votación del NAU se da en el contexto de una disminución de cerca de 1.500 votos en el total de votación entre la elección 2012 y la 2013. En este sentido, el resultado hablaría simultáneamente de un porcentaje de estudiantes más radicalizado pero de otro (probablemente mayor) que empieza a mostrar signos de indiferencia, apatía y desencanto tras el “peak” de participación de 2011.

 

El segundo hecho ocurre al otro lado del río. La Facultad de Derecho de la Universidad de Chile sorprende al mundo estudiantil con la derrotas de la Unión Nacional Estudiantil (UNE), JJ.CC e Izquierda Autónoma (movimiento que ha encabezado la FECh durante dos años) a manos de la lista RetroCEDamos, una agrupación que, en palabras de su presidente, surge en “castigo a la práctica de los colectivos que se juran los salvadores del mundo y no cachan nada”, a lo que agrega que se trataría de “estudiantes de izquierda riéndonos de los colectivos de izquierda que son nefastos”.

 

Podríamos discutir la pertinencia de la crítica planteada por esta agrupación, podríamos preguntarnos a qué variante de la infinidad de izquierdas corresponderían estos estudiantes que no encuentran alternativa entre varias opciones de su misma orientación política; incluso obviaremos lo preocupante que resulta que en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile enfrenten un problema de representación sin poder ofrecer mejores respuestas que expresiones políticas tan lamentables como ‘RetroCEDamos’.

 

Pero lo que realmente debe hacernos encender las alarmas es lo que parece ser síntoma del clima político que se extiende en nuestro país: El discurso y cultura anti-política que antes castigaba exclusivamente a los anquilosados partidos políticos tradicionales ahora se especifica dentro de las universidades con expresiones de rechazo a las agrupaciones políticas que allí existen, tengan o no un correlato político nacional. Así las cosas, pareciera que ya no sólo podemos desconfiar de las intenciones de senadores, diputados o alcaldes; también podemos catalogar como sospechosos a nuestros compañeros de facultad, curso o a cualquiera que intente desarrollar un proyecto político sea en el espacio que sea.

 

Por suerte para el movimiento estudiantil, la masividad de la movilización callejera así como la legitimidad de sus demandas han logrado mantenerse a niveles que hacen imposibles ignorarlas. Pero si quienes van a liderar al movimiento el próximo año no están atentos a las señales de desgaste y no se actúa con unidad para revertir esta tendencia aún incipiente, corremos el riesgo de asistir a la derrota del movimiento ya no a manos de quienes se oponen a sus demandas sino mediante aquellos que no se las han tomado con la seriedad que éstas exigen.

———————————————————————

 

 

6 de noviembre de 2013

Las definiciones clave en el movimiento estudiantil:

Cómo se viene la Confech 2014 que le hará el pulso a Michelle Bachelet

Esta y la siguiente semana se eligen las federaciones de la Universidad Católica y de la Chile, respectivamente. En la segunda se augura una difícil votación entre la lista cercana a la Nueva Mayoría, “Avancemos” (JJ.CC., JS e IC), “Luchar” (UNE y FEL) y “Crear Izquierda Amplia” (Izquierda Autónoma). En la Católica el movimiento gremial corre con la primera opción y está en duda que el NAU logre reponerse del golpe que recibió hace dos semanas, cuando pasó por apenas 57 votos a segunda vuelta.

Según las encuestas, Michelle Bachelet sería la próxima Presidenta. La candidata de la Nueva Mayoría mira de reojo las elecciones que se están desarrollando en las universidades, especialmente la FECh y FEUC, que se definen entre esta semana (5 y 6 de nov. en la UC) y la próxima (11 y 12 nov. en la UCh).

Las propuestas educacionales de Bachelet fueron mal recibidas por la actual dirigencia. Los presidentes de la FECh y FEUC, Andrés Fielbaum y Diego Vela, respectivamente, y los voceros de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), Isabel Salgado y Pablo Toro, criticaron duramente el  programa educacional de la candidata socialista.

Vela sostuvo que “para que ocurran los cambios en Chile, se necesita no quedar bien con todos, sino que buscar el bien de todos”. Por su parte, Fielbaum dijo que entre las propuestas de Bachelet había un “titular” que parecía estar cercano a las consignas del movimiento, pero que “el contenido posterior, declara que aquellos colegios que lucren no pueden recibir fondos públicos, lo que es una contradicción evidente y demuestra un engaño a la ciudadanía”.

El escenario para el próximo gobierno no será fácil en el ámbito estudiantil. Es por esto que desde el bacheletismo existe una necesidad de contar con interlocutores válidos en el movimiento estudiantil, con miras al próximo gobierno.

En la Universidad de Santiago (Usach), la lista que tenía más cercanía con la Nueva Mayoría –”Siembra Usach”, del Partido Comunista (PC) e Izquierda Ciudadana (IC), entre otros– perdió las elecciones. La Feusach es comandada hoy por Takuri Tapia, quien está “a la izquierda del Partido Comunista”.

Takuri cree que más allá de quien sea electo el próximo año, el conflicto estudiantil no se termina. “La organización del movimiento estudiantil el 2014 es la de poner demandas por sobre el gobierno de turno. Planteamos que un eventual gobierno de la Nueva Mayoría va a intentar cooptar el movimiento en algún sentido y va a intentar que no existan movilizaciones y nosotros estamos hablando en la lógica contraria. No da confianza un gobierno que viene a profundizar el actual modelo educativo y que lo dejó bastante claro con lo que fue la LGE, con lo que fue en su momento el CAE”, advierte.

NUEVA MAYORÍA EN LA FECH

La invitación fue enviada por María José Elizalde Roa, hija de Álvaro Elizalde, vocero del comando de Michelle Bachelet, y Patricia Roa, ex jefa de gabinete de José Miguel Insulza, hoy también en el comando de la candidata. Al igual que sus padres, María José ha participado activamente de la política universitaria.

“Para financiar la campaña de nuestro compañero, hemos organizado una cena en la que esperamos contar con su participación”, decía el correo. La cena era para Gabriel Ossandón (PS), candidato de la lista “Avancemos” –compuesta por la JJ.CC., JS e Izquierda Cristiana (IC)– a la Fech.

La cita fue el viernes 25 de octubre, en la sede de la tienda socialista. Karina Delfino, presidenta de la JS e integrante del área territorial y de propaganda del comando de Michelle Bachelet, estuvo presente al comienzo del evento.

María José Elizalde tiene experiencia en política universitaria. Fue consejera Fech en el 2010 por la carrera de Derecho. El 2011 compitió con una lista para la presidencia del Centro de Alumnos de Derecho 2012, junto a Gabriel Ossandón, perdiendo ante Esteban Miranda de los “autónomos”. Además, Elizalde es secretaria política interna de la izquierda socialista, el núcleo de la JS en Derecho de la UCh. Finalmente, es coordinadora de Nuestro Desafío, centro de pensamiento que funciona al alero del Instituto Igualdad del PS.

La comida costó 5 mil pesos, partió con hora y media de retraso y recaudó fondos para la campaña de Ossandón, quien competirá, junto a Irací Hassler –la candidata fuerte de la “Jota”–, el próximo 11 y 12 de noviembre por la Fech. La competencia será con la “ultra” izquierda que presenta a Benjamín Idini –de la lista “Luchar”, que agrupa a la Unión Nacional Estudiantil (UNE), Frente de Estudiante Libertarios (FEL) y otras organizaciones– y con la lista “Crear Izquierda Amplia”, de la Izquierda Autónoma, que postula a Sebastián Aylwin.

La Fech es donde la elección será más reñida. Entre los integrantes de las distintas listas reconocen que la “cancha está abierta”, que “puede pasar cualquier cosa” y que la diferencia entre el primer y tercer lugar será de pocos votos. Pese a esto, fuentes de la Izquierda Autónoma y del colectivo “Luchar” creen que la cercanía de “Avancemos” con la Nueva Mayoría es un factor que “les pasará la cuenta”. La lectura que se hace en ambos movimientos es que la verdadera disputa será entre sus dos candidatos: Benjamín Idini (“Luchar”), ex Centro de Estudiantes de la Facultad de Ingeniería, y Sebastián Aylwin (IA), ex consejero de la Facultad de Derecho.

La cercanía de la lista “Avancemos” con la Nueva Mayoría pasa por la militancia en las juventudes partidarias de sus integrantes y por el hecho de que ex dirigentes estudiantiles como Camila Vallejo y Karol Cariola se sumaron al conglomerado opositor, buscando un cupo en el Parlamento.

Pese a lo anterior, en la lista “Avancemos” se distancian de un eventual gobierno de Michelle Bachelet. “Nosotros no somos la Nueva Mayoría, somos una cosa distinta. Si bien es cierto que las juventudes que componen nuestro movimiento son más amplias, tenemos un discurso claro respecto de las movilizaciones”, comenta una fuente de “Avancemos”.

En este sentido, la misma fuente sostiene que “las propuestas de Bachelet no son completas en términos de educación, pero sí abren puertas. Y para eso nosotros estamos con la disposición de poder salir a la movilización y el debate político incidente como movimiento estudiantil a generar las formas. Otro miembro de “Avancemos” es más enfático: “No somos bacheletistas”, afirma.

CANCHA ABIERTA EN LA CHILE

La Fech es donde la elección será más reñida. Entre los integrantes de las distintas listas reconocen que la “cancha está abierta”, que “puede pasar cualquier cosa” y que la diferencia entre el primer y tercer lugar será de pocos votos.

Pese a esto, fuentes de la Izquierda Autónoma y del colectivo “Luchar” creen que la cercanía de “Avancemos” con la Nueva Mayoría es un factor que “les pasará la cuenta”. La lectura que se hace en ambos movimientos es que la verdadera disputa será entre sus dos candidatos: Benjamín Idini (“Luchar”), ex Centro de Estudiantes de la Facultad de Ingeniería, y Sebastián Aylwin (IA), ex consejero de la Facultad de Derecho.

Las visiones de ambos respecto de la proyección del movimiento estudiantil son distintas. Benjamín Idini apuesta a una convergencia entre el movimiento estudiantil y otros movimientos sociales para el próximo año. Desde lo estudiantil ampliar esta perspectiva en unidad con otros actores y sectores. Con demandas históricas que se han estado levantando, como las AFPs o la renacionalización de recursos naturales, como el cobre”, dice Idini.

Además, advierte que, ante un eventual gobierno de Bachelet, no apoyarán “reformas dentro del modelo. Hay temas donde sabemos que la Concertación no está dispuesta a transar, que tienen que ver con la renacionalización del cobre, por ejemplo”.

Por su parte, el candidato de la Izquierda Autónoma, Sebastián Aylwin, proyecta al movimiento estudiantil como un actor protagónico de los cambios que puedan ocurrir en Chile. Ante un eventual gobierno de Bachelet, Aylwin sostiene que “debemos ser capaces de resguardar nuestra autonomía política, de enfrentarse con quien haya que enfrentarse, pero sin temor a participar y a decidir para poder avanzar en la educación y el Chile que soñamos”.

Un diagnóstico distinto hacen desde la lista “Avancemos”, donde creen que el “autonomismo” no ha podido levantar un discurso concreto respecto de su proyecto. Sobre “Luchar”, apuntan a que existe una división interna entre los dos candidatos, Benjamín (UNE) y Melisa Sepúlveda (FEL).

LA AMENAZA GREMIALISTA EN LA FEUC

Dos palabras resumen la perspectiva de que el gremialismo reconquiste la FEUC luego de cinco años fuera: “Sería nefasto”, coinciden varios dirigentes estudiantiles de izquierda. Una FEUC gremialista generaría una división en la mesa de la Confech, por las diferencias sobre el tema educacional.

En estas elecciones el Movimiento Gremial (MG) corre con la mayor ventaja, luego de que obtuviera la primera mayoría en primera vuelta con un 25,15%. Cual maratonista, el Nueva Acción Universitaria (NAU), que en su momento lideró Giorgio Jackson, pasó sin aire a segunda vuelta, superando por 57 votos a Solidaridad, la otra lista fuerte de derecha en la PUC.

Hoy es el último día de la segunda vuelta que enfrenta a Naschla Aburman, estudiante de Educación y Arquitectura (NAU), con Andrés Justiniano, estudiante de Ingeniería (1A gremialista).

Respecto del 2012, el NAU bajó casi 7% su votación en primera vuelta (del 30,12% a 22.66% este año). Por su parte, “Crecer” –movimiento de Izquierda que agrupa al UNE y el FEL– alcanzó el 19% de los votos, obteniendo cuatro puntos más que el 2012 (15,8%).

Sobre el bajo desempeño del movimiento universitario que el 2008 fundó Miguel Crispi, actual coordinador nacional de Revolución Democrática (RD), el análisis apunta a dos factores: indefinición y desgaste.

Así lo explica Luna Rojas, ex candidata de “Crecer” para estas elecciones. “Nos encontramos con promesas vacías, las que fueron penalizadas por el estudiantado, no creyendo en el proyecto del NAU, ese es el factor más importante que justifica la baja en la primera vuelta. Existe un desgaste de su proyecto y un cansancio de los estudiantes”, dice Rojas.

Además, la ex candidata de “Crecer” cree que la indefinición del NAU respecto de un eventual gobierno de Bachelet es otro de los factores que explican la mala votación. “Vemos cómo tienen la necesidad de desmarcarse de que algunos de sus ex dirigentes de FEUC sean parte del comando de Bachelet o militen en partidos de la Concertación. Tienen esa necesidad, pero carecen de estrategia. Tampoco están planteando cuál sería su estrategia ante un posible gobierno de la Nueva Mayoría”, dice Rojas.

Una visión diferente tiene Alonso Quevedo, coordinador general del NAU, quien cree que una de las principales causas es que este año votaron cerca de mil personas menos que el 2012, con lo cual “nosotros perdimos votos”, dice.

“Hay una autocrítica en [cuanto a] que efectivamente hemos cometido ciertos errores”, dice Quevedo.

Respecto de su postura sobre un eventual gobierno de Bachelet, Quevedo aclara que el NAU decidió no pronunciarse al respecto, ya que “hay otros temas en los que sí debemos pronunciarnos, como el movimiento estudiantil”. Según Quevedo, independientemente de quién llegue al gobierno, “debemos seguir movilizados. Si llegase Bachelet al poder, tiene que haber una ciudadanía empoderada que haga cumplir el programa. Hay que hacer la presión necesaria”.

En los patios de la PUC todo se define hoy, el último día de las elecciones. Son varios los que coinciden en que la participación de la UC en la Confech ha sido importante, entre otras cosas, por la unidad de la mesa y el factor simbólico. Una participación que está en duda y que será zanjada hoy en las urnas.

0 Comments

PUBLICACIONES

Libros

Capítulos de libros

Artículos académicos

Columnas de opinión

Comentarios críticos

Entrevistas

Presentaciones y cursos

Actividades

Documentos de interés

Google académico

DESTACADOS DE PORTADA

Artículos relacionados

¿Terremoto Educacional en Chile?

  ENCUENTROS Streaming desde www.icaretv.cl Encuentro: PACTO SOCIAL: acuerdos que no pueden esperar, capítulo 9 “¿Terremoto Educacional en Chile?” MIÉRCOLES 2 DE NOVIEMBRE 2022 20:00 HORAS PROGRAMA Este programa se transmitirá el miércoles 26 de octubre a partir de...

Share This